sus impulsos sin motivo, la pensadera que la hace volverse bolas de enredo sus cabellos y volverse un enredajo ella misma.
su interminable inconformidad, sus ganas de no ser olvidada. pero de olvidar a todos quienes la han dañado.
las lágrimas que le gusta derramar cuando se mezclan con el agua. sus caprichos, su capacidad de manipular para conseguir algún fin, y de alejarse cuando lo consigue.
su capacidad de hastió, y de apego con igual facilidad sorprendente.
sus ansias de promiscuidad hasta el cansancio, pero de que le sean fiel cual diosa del olimpo.
sus celos que le hacen mella en cada nervio de su cuerpo. la nostalgia que se apodera de ella y la invade de tristeza al ver que el tiempo pasa y no puede hacer nada para controlarlo.
Sus impresiones de que está loca, definitiva e inevitablemente loca.
pero que es la belleza sin la locura. que es la belleza sin el caso, sin las lágrimas, sin la tristeza, sin el dolor, sin la soledad, acaso todo ello no es la belleza misma?
Ella. la que le gusta despertar miradas, pero no mirar a nadie.
la que es difícil de olvidar, pero difícil de recordar.
la que no soporta compartir, pero le gusta compartirse.
la que odia a los que son irresistibles para ella.
la que no sabe lo que quiere, pero si lo que no quiere.
la del ego alto, muy alto, que la hace llorar, y doler la mayoría de las veces el ego, mas que el amor, mas que la decepción, todo es culpa del ego, y sus caprichos infantiles!
Ella, un puñado de desastres hermosos. el caos, el drama, la contradicción hecha mujer.
Cuántas ellas no hay así en este mundo acaso?
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