"People like us, half of them think it will never work out. The other half believe in magic."
De lo mejor que he visto este año, gran reparto, la actuación de Melanie Laurent, terminó por convencerme que merece ser una de mis musas francesas predilectas, Anna, es encantadora, un poco rara, y con una melancolía inherente que la hace aún más atractiva.
Oliver por su parte, se mueve entre esos dos universos de melancolía y felicidad, entre lo que se ha convertido gracias a un pasado que no puede olvidar.
Me fascinó el montaje, los enlaces que utilizan para conectar las 3 épocas de la historia. También el recurso de las fotos que contextualizan aspectos culturales, esos pequeños detalles, graffittis para hacer catarsis, dibujos que explican sentimientos, y que presidente, o que actor era el de moda en una época determina de nuestros recuerdos, es lo que me deja un sabor de realidad en esta historia de amor.
La imposibilidad, o más bien el miedo de Oliver, por intentar algo nuevo, por miedo a que no funcione, porque cree que no lo merece, o simplemente porque con su miedo, el mismo es quien hace que no funcione.
Me encanta así mismo el protagonismo que le dan a la homosexualidad. la mezcla de tantos elementos, el personaje del papá de Oliver es hermoso, encantador sin duda. lo mismo que su novio.
Arthur el chiquitin. es el elemento irreverente, pero tierno, puede ser no sólo el confidente de Oliver si no un mini narrador.
Son tantos elementos, visuales, de dialogos, de guión en sí msmo, por lo que esta película me deja sin palabras, tal vez muchas faltan. Puedo repetirmela una, y otra vez! este tipo de historias de finales inciertos me gustan, porque así es como se siente el amor, lleno de miedos, de incertidumbres, de detallitos mágicos, y de fantasmas del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario